viernes, 8 de noviembre de 2013

Treinta años y un día...







“Todos nosotros sabemos algo. Todos nosotros ignoramos algo. Por eso todos aprendemos algo”  
Pablo Freire. 

AYER Y HOY

El día 1 de septiembre de 1983, el edificio municipal sito en la Calle San Antonio de Texas 2, del barrio de El Plantío de Béjar, abrió sus puertas para prestar un nuevo servicio a la comunidad, la segunda oportunidad del edificio. Si hasta esa fecha había sido un centro de Educación Preescolar, caído en desuso por la inauguración del nuevo C.P. "Marqués de Valero", la Dirección Provincial de Educación y el Ayuntamiento de Béjar decidieron que sus aulas acogieran otra etapa escolar que no existía hasta ese momento en nuestra ciudad: una especie de nueva vida, un Centro de Educación de Personas Adultas. El edificio que alberga el hoy ya clásico Centro de EPA de Béjar dormía el sueño de la vejez, de los techos se habían adueñado las telarañas, las zarzas invadían el sótano desde el patio y la suciedad, fruto del desuso, se apaleaba en su interior. Le llegó el momento de despertar, el momento de abrirse a vivir una nueva vida, no solo de puertas adentro, también y fundamentalmente de puertas afuera: se abría un Centro de Educación que se desarrollará a lo largo de la vida adulta. 

En poco menos de un mes y tras el correspondiente lavado de cara, algunos ejercicios de recuperación como ajuste de puertas, búsqueda de mobiliario y la correspondiente campaña de publicidad, cuatro profesores inexpertos en la materia para la que habían sido seleccionados Virgilio, Bienve, Jesús y Cipri-, pero ilusionados con el reto que suponía para ellos crear algo de la nada, abordaron su andadura. Con el apoyo del Ayuntamiento y la Dirección Provincial de Educación, lograron que el viejo edificio estuviera en condiciones de afrontar un proyecto vital de nuevo cuño que, de servir a los niños más pequeños, pasó a servir a los mayores. 

El proyecto cumple ya su 30 aniversario. Es verdad que treinta años después, el Centro actual se parece poco a aquel edificio que encontramos en septiembre de 1983. No sólo su continente ha mejorado, lo que más ha cambiado ha sido su contenido. Por citar los cambios más emblemáticos: hemos pasado de 4 profesores a 15, de seis aulas a 10, y en ellas hoy se acogen la biblioteca, dos aulas de informática, un taller de peluquería, un laboratorio, sala de profesores, departamentos didácticos, almacén… 

En estos años el Centro se ha remodelado de manera sustantiva. Hemos pasado de sufrir todo el frío del mundo ese primer largo y duro invierno, sin ningún tipo de calefacción a arrancar a la Dirección Provincial unas cilíndricas estufas de leña. Aún recuerdo el humo por las clases provocado las más de las veces por los alumnos “graciosos”. Después, la instalación de la calefacción de gasóleo fue un avance magnífico y llegamos a la actualidad donde se disfruta de una calefacción de gas natural. El Centro se ha pintado en varias ocasiones e incluso el logo que nos diseñó Antonio Varas luce orgulloso en su fachada este. Hemos ido adaptando su vieja estructura a la normativa contra incendios, ya sabemos que en materia de accesibilidad es donde más camino nos queda por recorrer debido a la antigüedad de su construcción. Confiamos en que en las "bodas de oro" del Centro ya se haya logrado su adecuación. 


La salida al extranjero, una actividad ya clásica en EPA Béjar. En el British Museum de Londres

Pero en lo que más se ha cambiado y tal vez de lo que más orgullosos debemos sentirnos es en parte del contenido. Me atrevería a decir, que hemos ido un poco por delante de la propia administración, gracias a lo cual hemos llegado a donde estamos. En aquel lejano curso 1983/84 teníamos dos ofertas educativas básicas: Alfabetización y Graduado Escolar en jornada única de tarde. 

Hoy, 30 años después, el Centro dispone de toda una moderna oferta educativa que, acompañada de las tecnologías más actuales, nos ha permitido además de mantener las enseñanzas de Graduado en Educación Secundaria Obligatoria y los programas de enseñanza del castellano, Alfabetización y enseñanzas iniciales en pueblos de la comarca, impartir programas como el Aula Mentor, Informática, Acceso a la Universidad para mayores de 25 y 45 años, Preparación para las pruebas de acceso a ciclos formativos de grado superior, y durante el curso 2013-14 iniciar los programas de adquisición de competencias básicas en lengua castellana, inglés, matemáticas, ciencia y tecnología, artística.… Hacerlo en las dos modalidades de presencia y distancia. Además, acercarnos a la mayoría de los barrios de Béjar, de las pedanías, de los municipios de nuestro entorno llegando a Linares, Guijuelo, Lagunilla o Sorihuela por citar algunos. 

Tal vez sea esto lo que explica nuestro orgullo: han sido, son y seguirán siendo las personas y su formación lo que más nos ha preocupado. Hemos enseñado a leer y a escribir, sí y eso era entonces muy importante, hoy en cambio la alfabetización es la tecnológica y por ello nos hemos adaptado a ella. El empleo sigue siendo el objetivo básico y para ello están los talleres y los títulos, el ocio creativo, la lectura, el arte, los idiomas. Es la diversificación que intenta beneficiar al mayor número de personas. Este es el sello de nuestro orgullo. 

Estamos, por lo tanto, a las puertas de su treinta cumpleaños y la modernización no debe parar. No debemos olvidar la historia, pero sólo ha de servir como el trampolín que impulsa al atleta en cada salto. 

Por eso, quienes trabajamos en este Centro y el conjunto de la comunidad educativa,  queremos celebrar este aniversario. 

Apelaremos, en primer lugar, a la memoria de quienes empezaron. Es bueno recordar la historia y queremos recuperar su memoria en esa idea que nos movió en el principio de entender la educación como algo que se desarrolla a lo largo de la vida. Nos gustaría que nos contasen sus vivencias aquellos alumnos y alumnas, profesores y profesoras, personal de servicios e incluso vecinos del centro para poder contribuir todos a escribir una historia plural y a la vez reconocible 

Nos gustaría que se nos aportase documentación gráfica del paso del tiempo. Nosotros buscaremos la documentación administrativa: alumnos, profesores, titulados, cursos, programas, proyectos de formación, proyectos europeos en los que el Centro ha participado: memoria viva, en definitiva, de un tiempo pasado. 

Pero también nos gustaría hacer autocrítica. No para flagelarnos, que ya la vida se encarga de hacerlo, sino para aprender de los propios errores y evitarlos en el futuro. Un futuro complejo y complicado que tal vez no tenga nada o poco que ver con el pasado reciente, pero que en lo fundamental, en la relación de los alumnos y profesorado, en el medio físico, o a través de “la nube”, sea como fuere esa base ha de seguir. El pensamiento de Pablo Freire que hemos escrito en el título de esta introducción –"Todos sabemos, todos ignoramos, todos aprendemos"- se tiene que seguir practicando y cuanto mejor sea el medio en el que se desarrolle, mejores serán los resultados. 

Gracias a todos y a todas por vuestra colaboración. 


Cipriano González Hernández




3 comentarios:

  1. Animaos a mandar comentarios sobre las publicaciones. Estamos deseando leer vuestras opiniones y sugerencias sobre cualquier aspecto relacionado con el Centro.

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  2. Al fin arrancamos. Animaos, por favor, a participar

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  3. Son muchos los bejaranos y bejaranas que a lo largo de estos treinta años han pasado por el centro. Os animo a todos a participar en las actividades previstas para su celebración. Además podéis aportarnos vivencias, fotos y comentarios sobre vuestro paso por EPA.
    La directora: M del Castañar Corral.

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