martes, 13 de mayo de 2014

Los profesores de adultos se reúnen. Mesa redonda sobre la EPA.





El grupo alineado para la foto oficial del encuentro


Treinta años en la historia de un centro educativo es un número inestable, pero redondo y tan rotundo como el Triángulo de las Bermudas. Treinta años se cumplen una vez en la vida y gracias, tiempo ordenado por años que siempre nos pasa factura, nos acordamos de Teresa Miñana que se fue antes de tiempo. Por eso nos congregamos un nutrido grupo de profesores de los actuales y de los antiguos para celebrarlo, que las cosas luego se nos olvidan. Subimos al Castañar, que según los bejaranos queda a mitad de camino entre el suelo y el cielo, para festejarlo en torno a la mesa y mantel como mandan las buenas costumbres, contarnos, medirnos la sombra y recordar anécdotas vividas; hubo quien trajo bajo el brazo un álbum de fotos de papel de las de antes de lo digital. ¡Qué arcaísmo! Pero cómo se agradece la textura del papel con tanta prisa y pantalla que nos acosa. 

 El encuentro fue visto y no visto, cuando nos quisimos dar cuenta ya refrescaba, el sol se ocultaba tras los castaños, camino de su tumba diaria más al Oeste y había que volver.




Los fotógrafos de la primera imagen también querían salir









Antes, por el viernes,  habíamos hablado sobre la Educación de Personas Adultas en una mesa redonda compuesta por alumnos y  profesores del Centro a la que también acudió el Inspector- coordinador de la EPA de Salamanca, don Jose Luis Blazquez, acompañado de una representante del CFIE. Durante el curso de las intervenciones no se eludió ningún tema, poniendo el foco en la labor que realizan los Centros de Adultos como respuesta a la demanda de formación permanente a lo largo de la vida,  cada vez mayor,  por parte de una  sociedad con población más longeva, que alarga la vida de manera notable. Reflexionamos en voz alta sobre el presente,  las necesidades, las dificultades añadidas debidas a la crisis económica (Pero estos son los bueyes que tenemos, con ellos tenemos que arar),  la motivación de ellos a seguir aprendiendo o a obtener un título que les permita acceder a mejores condiciones laborales.



También la prensa  dejó reflejada la mesa redonda.