Ya somos el doble de los que éramos

En 1983 Cipriano González Hernández, Virgilio López Hernández, Bienvenido Mena Merchán y Jesús Sánchez Rodilla contaban con treinta años menos, toda la fuerza de la juventud y las ganas de trabajar intactas. Son cuatro jóvenes maestros que vienen destinados al Centro de Educación de Personas Adultas de Béjar que todavía no existe. Tres de los cuatro profesores que ponen en marcha el proyecto actual de educación de adultos de la ciudad textil, esta “ciudad estrecha”, se reunieron el pasado jueves en el convento de San Francisco para hacernos partícipes de los recuerdos y vivencias de aquellos primeros años difíciles de los comienzos en que la mayoría de las cosas estaban por hacer. Solo faltó Bienvenido que excusó su asistencia debido a sus múltiples ocupaciones. A ellos se unió José María Hernández Díaz, Catedrático de Historia de la Educación de la USAL, que pronunció una brillante conferencia de apertura sobre los orígenes y  evolución de la Educación de Adultos en Béjar y España. 

Según el parecer de la actual directora del Centro, María del Castañar Corral Viejo, la mejor recompensa que un profesor de adultos puede tener de resultas de su trabajo es que un alumno se te acerque a final de curso y te pregunte: “¿Qué puedo yo hacer el año próximo?” Significa que hemos cumplido el objetivo de transmitirles la necesidad de la educación y la cultura para enfrentarnos a la crudeza de la vida, echar una mano en transformar las estructuras viciadas de la sociedad y mejorar como personas.

Cipri fue el primer director. En su relajada intervención, se notan las tablas que dan los años en tantas batallas políticas, resalta los cambios habidos en el Centro de la calle San Antonio de Tejas. La salida es desde el interior,  literalmente tupido de telarañas, los zarzales del patio que salen a la calle y tapan las ventanas, la suciedad y el polvo acumulado por la dejadez de varios años que impiden la entrada el primer día. Señala el  orgullo que siente por el crecimiento hasta los catorce profesores de la actualidad y los más de seiscientos alumnos matriculados en los distintos programas. Pero nada ha sido fácil en estos años, fueron años de lucha por crecer, siempre con el espíritu de los pioneros, siempre adelantándose al futuro, por ejemplo cuando se consigue la introducción de las enseñanzas para la obtención del Graduado en Educación Secundaria Obligatoria para alumnos adultos en el curso 1994-95. 

 Esta ciudad en cuesta

Virgilio recuerda los orígenes, cómo pusieron el nombre de Mateo Hernández al recién nacido. Cipri apunta la regañina que se ganó de Juan Belén Cela, primer alcalde de la democracia, por no acordarse para el nombre de don Nicomedes Martín Mateos, a su cabal entender el bejarano más importante de la historia. 

Virgilio hace reír a los presentes cuando cuenta la anécdota de la señora María de setenta y dos años que se empeña en aprender a resolver ecuaciones porque ha oído hablar de ellas a los nietos. Cuando el profesor se dispone a explicárselas y ella a aprenderlas le dice en vista de la dificultad: “Mire don Virgilio, mejor lo deje usted en buenas, pues si he vivido setenta y dos años sin saber las ecuaciones, bien me puedo pasar sin ellas los años que me queden por vivir”. 

Jesús reconoce la importancia que aquellos primeros años tuvieron en su forma de concebir la enseñanza, en su posterior desarrollo como profesor. Siempre a la búsqueda de la motivación como forma de transmitir la enseñanza y conseguir de ellos la mejor disposición para aprender. 

La directora cierra el acto dando las gracias por su asistencia a todos los presentes y convocando a los asistentes a otros dos actos, el próximo centrado en el presente de la educación de adultos, y otro final en el que se abordarán las expectativas para el futuro. 

 

Pero antes del final unos breves apuntes sobre la educación de adultos en Béjar, tomados de la conferencia de José María Hernández. Señala el profesor que el dinamismo de cualquier centro depende de la calidad y grado de implicación en la tarea de los profesionales que en él trabajan. Béjar es durante el S. XIX una ciudad a la vanguardia en la lucha por la educación de adultos, siempre teniendo en cuenta el carácter limitado de su significado en una sociedad en conflicto permanente que contaba en los años treinta del XX con más de un millón de niños sin escolarizar. Y provincias con el 92 % de analfabetismo a principios del S. XX. El proyecto de liberalismo español surgido del espíritu de 1812 que consideraba la educación como un derecho, caló en la sociedad bejarana. No en vano Jovellanos pasó largas temporadas en Salamanca y Béjar. Surge con voz propia la figura de Nicomedes Martín Mateos como gran impulsor de la educación y la cultura en la ciudad. De aquí surge la rica tradición artística y cultural que llama la atención a cualquiera que se acerque a la ciudad y que llega hasta nuestros días. En 1852 se funda la Escuela Industrial de Béjar una de las ocho únicas creadas en España. También tienen importancia en la tradición cultural el papel jugado por las asociaciones culturales y espacios de socialización como el Casino Obrero o la Casa del Pueblo. 

A veces conviene echar la vista atrás para recordar de dónde venimos, recordar el ayer de dificultades y coger nuevos bríos que eviten caer en el blandengue envanecimiento gaseoso de la autocomplacencia. Todo se puede venir abajo de un día para otro. Que sigamos la estela de aquellos que lucharon en pro de la educación como un derecho, no un privilegio de los pudientes y acomodados es mi deseo. Vale

 El otoño avanza en los tonos cobrizos de las hojas camino arriba al Castañar

Una vez que las hojas se desprenden de los árboles en el otoño bejarano, lo que no es arriba es abajo.

"Yesterday, all my troubles seemed so far away
Now it looks as though they're here to stay
Oh, I believe in yesterday

Suddenly I'm not half the man I used to be
There's a shadow hanging over me
Oh, yesterday came suddenly"

Paul Mc Cartney

http://www.youtube.com/watch?v=ONXp-vpE9eU